¿Por qué trabajar las emociones con personas con altas capacidades?
Cuando recibimos un diagnóstico de Altas Capacidades (AACC), en ocasiones nos felicitan por tener talentos especiales, una capacidad cognitiva por encima de lo establecido para su edad… Pero a los padres nos invaden las dudas: ¿Seré capaz de ofrecerle todo lo que necesita? ¿Es necesario realizar adaptaciones y adelantar algún curso?
Nos preocupa nuestro pequeño y, por encima de cualquier cosa, nos preocupa que crezca feliz.
En ese punto es en el que queremos ahondar durante este artículo: ¿Cómo se hace feliz a un niño con alta capacidad?
Las personas con altas capacidades suelen tener diferencias entre su estado emocional y su desarrollo cognitivo, que pueden afectar a su bienestar. Es lo que llamamos disincronía. Debemos tener en cuenta que no se desarrollan de la misma manera, y aunque su capacidad intelectual esté a la par de un niño mayor, sus emociones aún se corresponden a su edad biológica. Esto puede llevar a sentimientos de aislamiento, frustración o incomprensión por parte de sus iguales y adultos.
Unido a lo anterior, en muchas ocasiones, las personas con altas capacidades presentan una sensibilidad emocional intensa, e incluso hipersensibilidad a ciertos estímulos o emociones (hablamos más detenidamente de ello en el artículo Doble excepcionalidad en Altas Capacidades), de manera que las sienten de forma más intensa. Esto los puede hacer más susceptibles a cuadros de ansiedad, depresión u otros desafíos emocionales si no disponen de las herramientas correctas para gestionarlo.
El perfeccionismo y la autoexigencia son comunes entre las personas con altas capacidades. Pueden ponerse metas muy altas y sentirse decepcionados o ansiosos cuando no logran alcanzarlas, generando una gran presión sobre ellos. Trabajar en el manejo de estas expectativas y en la aceptación de los errores como parte del proceso de aprendizaje es crucial para su bienestar emocional. Es importante ayudarles a desarrollar estrategias de gestión del estrés y a establecer un equilibrio saludable entre el trabajo y el ocio.
Debido a intereses y habilidades que pueden diferir significativamente de los de sus compañeros, los niños y adultos con altas capacidades pueden tener dificultades para encontrar amigos con intereses similares. Esto puede llevar a problemas de adaptación social y a sentimientos de soledad o aislamiento. Luchan con la formación de su identidad y autoestima, especialmente si se sienten diferentes o incomprendidos. Trabajar en sus emociones les ayuda a desarrollar una imagen positiva de sí mismos y a sentirse más seguros y aceptados. Fomentar el desarrollo de la empatía y la comprensión de las emociones ajenas es esencial para ayudarles a relacionarse mejor con los demás y a construir relaciones significativas.
En resumen, el trabajo emocional en personas con altas capacidades no solo es importante para su bienestar personal y social, sino también para el desarrollo de una vida equilibrada y satisfactoria. Este enfoque holístico que incluye tanto el desarrollo cognitivo como el emocional es crucial para aprovechar al máximo su potencial y asegurar su felicidad y salud mental.
Para ello, en Redhabilita hemos diseñado un Programa de Enriquecimiento de Talentos, que pone el foco en alimentar los intereses y talentos de los niños, teniendo como eje principal la gestión de emociones y las relaciones sociales. Este programa es compatible con las becas MEC para alumnos con altas capacidades intelectuales.
Si como padres, necesitáis una guía que os ayude a gestionar este nuevo escenario que se os plantea, contamos con servicios de Psicología Educativa y Psicopedagogía, que os arrojen luz en este camino.